Trabajo en Protección. Estaba en el proceso de ventas de los productos: pensión obligatoria y cesantías. Programe la cita con mi cliente para realizar el cierre del negocio. Ya todo estaba listo, prácticamente daba por hecho el “Sí” por parte de mi cliente. No entiendo que me pasó pero me puse muy nervioso y en vez de concentrarme en el tema que debía tocar, me extendí y seguí hablando hasta llegar al tema de pensiones voluntarias, que no tenía nada que ver con las necesidades que tenía mi cliente. En ese momento la cliente me manifestó que tenía que discutir mejor el tema con su esposo y me pidió que la llamara en dos días.
Realicé la llamada como acordamos y la cliente me dijo que por el momento habían decidido no realizar el traslado de ninguno de los productos.
Por hablar de más, perdí dos negocios.
Entrenador: Gabriel Rodrigo Toro