En una visita a una compañía vi que uno de los ejecutivos tenía muletas al lado de su escritorio. Me preocupé pues nunca las había visto y supuse que había tenido un gran accidente. Me acerqué y con la mayor discreción le dije: “lo siento mucho, no sabía que se había accidentado, ¿que le sucedió?” A lo que el cliente respondió: “Ahh, no, no fue ningún accidente, yo tengo poliomielitis desde los 5 años”.
Sentí mucha vergüenza pues llevaba mucho tiempo visitando esa compañía y quise hacer un acercamiento suponiendo algo, que adicionalmente era negativo, sin haber indagado primero.
Entrenador: Luis Bernardo Vélez